PoLíTiCaLorenaEsteve

miércoles, octubre 25, 2006

NO HABLAMOS EL MISMO IDIOMA


El principio del fin y el fin del principio. ETA vuelve a estar en un primer plano, aunque en realidad nunca ha dejado de estarlo. Ahora reaparecen públicamente ante los medios de comunicación vascos, el diario Gara y Berria. Su objetivo es advertirnos de que la organización terrorista seguirá luchando firmemente, pero con las armas en mano, hasta conseguir la independencia y el socialismo de Euskal Herria. Su mensaje, con carácter militarista, se produce en vísperas de la esperada reunión entre ETA y el Gobierno español. No creemos que se trate de diferencias internas de la banda sobre cómo abordar el proceso de paz. Todos los terroristas se caracterizan por tener un mismo pensamiento, y a su vez, actúan de manera conjunta bajo un único criterio: violencia y armas.

El presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero ha hecho públicas unas declaraciones en las que manifiesta que: “las expectativas del fin de la violencia exige firmeza, reglas del juego claras y colaboración de todos”. Pero, ¿Cómo va a existir firmeza si no se mantiene una postura firme con los que matan?

No se puede hacer política con individuos que no apuestan por la paz y la legalidad, es más desconocen el significado de la palabra política. La política no se debe defender a través de las armas, sino, por palabras y bajo la fidelidad de la Constitución española que ha sido aprobada con un fin, no para saltársela a la torera. Desde un principio no se debería de haber iniciado ningún tipo de diálogo con ETA, con traidores nunca se llega a consenso alguno.

Es el pez que se muerde la cola. Como muy bien dice ETA: “la lucha no es el pasado, sino el presente y el futuro”. Por lo tanto: ¿Cuál es la solución? ¿Existe una pequeña esperanza por mínima que sea para que podamos llegar a un acuerdo? En cualquier caso ¿Cabe la posibilidad de que sean conflictos internos o lo que quieren es despistar a una sociedad que sí que cree en los derechos humanos y la libertad? ¿Por qué el Gobierno central no quiere darse cuenta de que nos están engañando a todos con sus falsas promesas? No podemos dejar que unos pocos acaben con la vida de víctimas inocentes. Por favor, reflexionemos.