Quien siembra vientos, recoge tempestades

Lo poco gusta, y lo mucho cansa. Esto ha sido lo que le ha ocurrido a la política del Presidente George Bush tras su derrota en las elecciones norteamericanas. Los demócratas han conseguido una clara victoria en la Cámara de Representantes y en el Senado, especialmente Nancy Pelosi, futura presidenta de los congresistas de Estados Unidos.

Esto es un claro ejemplo de que los ciudadanos apuestan por el cambio. La Guerra de Irak y la mala gestión del secretario de Defensa, Ronald Rumsfeld, han sido uno de los puntos negros que han provocado la derrota de los republicanos. Después de casi tres años, momento en el que coménzó la guerra, son más de 2.000 soldados los que han muerto en el país árabe y casi 16.000 los que han sufrido heridas a lo largo del conflicto.

Los demócratas han basado buena parte de su campaña electoral en criticar la Guerra de Irak, por lo tanto, quieren retirar de manera gradual las tropas estadounidenses, por ahora, lo que les importa es que los soldados regresen a casa cuanto antes.

Pero Bush no se da por vencido. A pesar de que está dispuesto a dialogar y escuchar cualquier propuesta o surgerencia a cerca de la guerra, es evidente que el Presidente no mira hacia la misma dirección que los demócratas. Aunque las urnas le hayan quitado la razón él sigue en sus trece y no hay quien le haga cambiar de opinión. Está claro que esa no es la mejor manera de querer trabajar en equipo tal y como le hemos oído decir repetidas ocasiones en estos últimos días. Su argumento consiste en asegurar que la decisión de retirar las tropas la tienen los reponsables militares sobre el terreno, y que sólo se marchará de allí cuando haya conseguido el triunfo total.

Mientras, los demócratas prometen trabajar en favor de metas y nuevas propuestas como la reforma de la sanidad, la independencia energética y la educación, entre otras. Asimismo, apuestan por mejorar las ayudas económicas para los más veteranos, y en la reparación del equipamiento militar en malas condiciones. Promesas, promesas y más promesas...